Gerardo García expresa sus opiniones sobre el mercado actual de Property en LATAM

Gerardo Garcia, Presidente y CEO de Barents Re Reinsurance Company, Inc

Gerardo Garcia, Presidente y CEO de Barents Re Reinsurance Company, Inc

Gerardo García, CEO y Chairman de Barents Re Reinsurance Company, Inc., hace un análisis de las consecuencias en el mercado de seguros luego de los desastres naturales que afectaron la región de Latinoamérica en el año 2017, específicamente México y Puerto Rico, dos naciones que fueron severamente afectadas.

Gerardo García pone en contexto algunas estadísticas.

El terremoto que tuvo su epicentro en Puebla el 19 de septiembre de 2017 dejó más de 370 víctimas fatales, aproximadamente 6,000 heridos y más de 16,449 millones de pesos mexicanos en reclamaciones a las compañías de seguros. Por su parte, el Huracán María afectó un gran número de ciudades en el Caribe en el mismo mes de septiembre de 2017, dejando más de 2,000 víctimas fatales y reclamaciones que ascienden a $72,000 millones de dólares (USD) en pérdidas aseguradas.
Al término de estas catástrofes, las autoridades gubernamentales reportaron un incremento exponencial en solicitudes para emisión de pólizas de seguro no-vida. Ante esta situación y en conjunto con las multimillonarias pérdidas aseguradas, el mercado asegurador preveía un alza considerable en los precios de las primas para este tipo de coberturas.

Gerardo García comenta sobre las consecuencias que tuvo en el mercado.

Sin embargo, más de 1 año después de los hechos, la realidad es que el valor de las primas no ha incrementado, sino que se ha mantenido por debajo de los límites técnicos; esto ha provocado que el mercado a nivel de Latinoamérica se encuentre distorsionado, las capacidades se han mantenido constantes sin una sensibilidad en precios. Recordemos que los seguros para protección de propiedad están expuestos a severidad y no a frecuencia de siniestros.

El mercado de coberturas de seguro de propiedad en Latinoamérica no se ha autocorregido luego de la ocurrencia de estos siniestros. Los próximos 3 años para este sector nicho en Latinoamérica tendrán una perspectiva negativa.